Son tan tiernas , de sabor tan suave y agradable al paladar , que no tienen nada que ver con las que venden en el mercado, de hecho a mi no me gustaban, hasta que probé las cosechadas en el huerto de casa.
Es un cultivo muy agradecido, porque no he tenido que cuidarlas nada en absoluto , desde que las sembré a finales del verano, hasta ahora que empezamos a recoger , han crecido altas, sanas , fuertes, muy resistentes , adaptandose perfectamente al frío y al viento, sin abonos , ni tratamientos
y las matas están llenísimas de vainas pequeñitas y de flores .
Las mias estan en estado de espera , muy pronto las recogeré.
ResponderEliminarno puedo competir contigo, siempre me ganas con los cultivos.
Si, y las mías están en las estanterías del súper!!! Porqué las que venden en las frutería, hasta el momento todas las que he visto tienen una pinta malísimo...
ResponderEliminarÉstas en cambio da gusto mirarlas, verlas y que decir comerlas!!!
Tienen que estar riquissssssssimas...si estuviera cerca, ya me tendríais todo el día pegada a vuestro huerto en días de recolección!!!
Tienes razón, aqui pasa lo mismo, tienen una pinta de viejas y pasadas las habas que venden.....
ResponderEliminarMe encantaría que estuvierais cerca.....y hay cantidad para recoger, sembramos por tandas, asi es escalonado , cuando vamos recogiendo y no nos cansamos de comerlas.